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¿Alguna vez te has sentido atraído por una tienda sólo por su aroma? o ¿has notado que todos los almacenes de una misma marca tienen el mismo olor?, no es causalidad, todo está pensado para tener el mejor efecto en el consumidor, es lo que se conoce como marketing olfativo, las grandes marcas utilizan fragancias y olores para atraer compradores ya que el sentido del olfato es el que está más vinculado a los sentimientos.
Se ha demostrado científicamente que el olfato es el sentido más emocional de todos los que posee el ser humano, y que por tanto, se asocia de forma más fuerte a las emociones, generando recuerdos e impulsos que pueden influir no sólo en el comportamiento de los consumidores sino de los propios empleados.
La finalidad es aprovechar el olfato para crear una identidad. Que te reconozcan porque tu marca huele a una determinada manera, crear una sensación de algo positivo generando un recuerdo que permanecerá en el cerebro en el tiempo y mejorando además la experiencia del usuario dentro del establecimiento, sentirse bien dentro de un punto de venta hace que aumente la permanencia en el mismo y por tanto la probabilidad de compra es mayor.
La experiencia olfativa será más habitual que nunca en el futuro, al igual que ahora no se puede entrar en ningún establecimiento sin escuchar música "de ambiente", lo mismo ocurrirá en el futuro con los olores.
El uso de fragancias y olores no sólo es un gancho para atraer consumidores a un establecimiento e inducirles a comprar, pueden convertirse en un elemento clave en eventos y a la hora de presentar un producto, consiguiendo en el futuro generar asociaciones directas entre una fragancia y el reconocimiento de la marca. Los olores pueden marcar incluso el éxito o el fracaso de una compañía.
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